"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Acceso Universal
La accesibilidad cognitiva
Por Isabel Bayonas, presidenta de FESPAU (Federación Española de Autismo)
10/07/2013
La Convención de la ONU sobre Derechos de las Personas con Discapacidad establece que las personas con discapacidad dejan de ser “objeto” de políticas asistenciales para pasar a ser “sujetos” de derechos humanos y asume el modelo biopsicosocial que enfatiza que la discapacidad no es una característica inherente del individuo, sino el resultado de la interacción de sus condiciones de salud con las barreras y los facilitadores que encuentra en el entorno. Muchas son las implicaciones de esta visión. Trabajar en el pleno desarrollo de la persona con discapacidad se convierte para los estados que ratifican esta convención (entre ellos, España) en una obligación y ese trabajo pasa por suministrar los apoyos necesarios para compensar o hacer desaparecer los impedimentos para la participación plena que pueda traer consigo la discapacidad.
Los colectivos con discapacidades físicas o sensoriales han hecho evidente esta necesidad y llevamos muchos años asistiendo a la adaptación de los espacios comunes para hacerlos accesibles a estas personas, con normativas claras al respecto. Sin embargo, y hasta el momento, los colectivos de personas con discapacidad intelectual no hemos realizado esta labor satisfactoriamente.
Disponemos del marco conceptual que nos indica qué y para qué hacer en el seno de los servicios especializados en la atención a las personas con discapacidad intelectual. Falta ahora hacer extensible esos principios al resto de la sociedad, como ámbito común del que TODOS participamos o en el que TODOS deberíamos participar. Este marco es el que define el concepto de Calidad de Vida (Shalock y Verdugo, 2007), que nos indica la validez social de lo que hacemos. Las múltiples dimensiones de este concepto son: el Desarrollo Personal, la Autodeterminación, las Relaciones Interpersonales, la Inclusión Social, los Derechos, el Bienestar Emocional, el Bienestar Físico y el Bienestar Material.
Podríamos poner muchos ejemplos que explicarían por qué crear entornos accesibles redunda en la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Pero parece más difícil establecer los principios que deben guiar la organización de los espacios para conseguir dicha accesibilidad.
La Asociación Provincial de Autismo de Jaén toma en consideración las necesidades de las personas con autismo gravemente afectadas y nos presenta los siguientes principios generales:
- Información comprensible.
- Señalización simple, permanente y continua.
- Utilización de pictogramas como sistema se rotulación.
- Colores como indicadores y facilitadores de la ubicación.
- Criterios lógicos de ubicación.
Como propuesta inicial, ésta es de gran interés y de fácil aplicación en el interior de una institución dedicada a la atención de personas con autismo. Sin embargo, queda mucho por concretar para poder hacer una propuesta unificada, que respalden todos los profesionales y usuarios del sector. ¿A qué llamamos información comprensible? ¿Con qué nivel de abstracción debemos presentarla para que todas las personas por TEA puedan comprenderla? Posiblemente estemos de acuerdo en el uso de pictogramas, sin embargo, en cada organización utilizamos imágenes ligeramente diferentes. ¿A qué llamamos criterios lógicos de ubicación? Los profesionales, en primer lugar, debemos hacer propuestas firmes, razonadas y consensuadas. En segundo lugar, debemos insistir a nuestras autoridades acerca de la obligación de dar acceso y participación social a cada uno de nuestros ciudadanos. Y en tercer lugar, debemos ponernos a disposición de las instituciones para colaborar con ellas en la implementación de las pautas apropiadas de accesibilidad.
Algunas páginas de interés:
